Publicado el marzo 16, 2020

Las Mujeres Somos Agua 2020: Las mujeres del Guapinol desafiando al extractivismo minero

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En el departamento de Colón en Honduras, se encuentra el once por ciento de las concesiones mineras del país. A principios de 2012, el Gobierno de Honduras decidió la creación del Parque Nacional Montaña de Botaderos en la región de Guapinol donde nacen numerosos cursos fluviales, como el río Guapinol, que abastecen de agua a la región donde se ubica la comunidad homónima. 

Un año después, la empresa hondureña EMCO Mining Company – que hoy firma con el nombre de «Inversiones Los Pinares”, solicitó la concesión de una mina de óxido de hierro en el área. Su solicitud fue autorizada por el Gobierno de Juan Orlando Hernández después de que la superficie del parque nacional fuera reducida, dando inicio a las actividades de exploración minera y a la construcción de una planta de procesamiento provocando las primeras afectaciones de los bienes naturales de la zona, y en particularidad, afectando la salubridad del agua. 

Desde entonces, el Comité Municipal de Defensa de los Bienes Comunes y Públicos integrada por habitantes de la comunidad, asociaciones locales campesinas y por la comunidad católica viene resistiendo en contra del proyecto.  En el 2018 esta articulación inicia un proceso de defensa del territorio en contra del proyecto extractivista argumentando todas las irregularidades en el proceso de concesión y exploración, la ausencia de una consulta previa libre e informada en base al Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT)  y a la inexistencia de un enfoque orientado a preservar los derechos humanos y ambientales.

 A finales de agosto de ese mismo año se organizan en un campamento de resistencia durante 88 días, el cual concluyó con el desalojo violento mediante un operativo policial y militar, que luego da inicio a una campaña de persecución hacia líderes comunitarios y de amenaza y desprestigio en contra de las mujeres lideresas. El 70% de las participantes en el campamento eran mujeres. 

Hasta el día de hoy, dos defensores territoriales han sido asesinados y 32 personas criminalizados por su defensa, de los cuales 8 están  presos acusados de delitos que no cometieron, y el resto tienen orden de captura y se encuentran exiliados/as fuera de la comunidad y algunos/as, fuera del país. 

Desde entonces, las mujeres, principalmente, son quienes han venido sosteniendo el proceso de resistencia, (aún sin ser reconocidas como defensoras) asumiendo la defensa del territorio, el acompañamiento a los procesos legales y judiciales, el liderazgo y la vocería en contra del proyecto minero en los diferentes espacios de incidencia política, la organización y la participación en espacios de toma de decisiones.  

Se ha evidenciado la situación de los defensores privados de libertad,  interponiendo quejas a la Defensoría del Pueblo y la Secretaría de Derechos Humanos por violación al debido proceso, mostrando las ilegalidades cometidas contra las personas detenidas. 

Las mujeres están demandando que se pare este proyecto extractivista,  ser reconocidas como defensoras de los bienes comunes públicos de Guapinol y por los múltiples roles y responsabilidades familiares, comunitarias y sociales que han estado asumiendo desde el encarcelamiento de sus compañeros.  También exigen que cese el hostigamiento y que puedan ejercer el derecho a la reunión, como un derecho civil y político que es constantemente cuestionado y violado, tanto antes como después del desalojo.

 

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