En todo el mundo, las mujeres y las niñas enfrentan violaciones a sus derechos al agua, a la seguridad alimentaria y a un medio ambiente limpio, saludable y seguro. Estos derechos fundamentales de las mujeres son violentados debido a las relaciones de poder desiguales por razón de género que existen en todo el mundo, así como a las varias formas convergentes de opresión y discriminación. Por ejemplo, las mujeres se ven afectadas de manera desproporcionada cuando son desplazadas de sus tierras a consecuencia de proyectos a gran escala de infraestructura, minería o conversión de tierras. Y si son parte de comunidades indígenas y / o cualquier otro grupo social o políticamente marginado, tienen un riesgo aún mayor de perder sus medios de subsistencia, sus hogares y sus propias vidas.

A pesar de esto, las mujeres juegan un papel vital en la gestión de los recursos naturales y en la movilización de esfuerzos para preservar el acceso a y el uso de estos recursos para ellas mismas, sus familias y sus comunidades. Las mujeres son expertas en analizar los contextos y problemas a los que se enfrentan, y elaborar propuestas y soluciones viables, sostenibles, innovadoras y justas con el ambiente, pero a menudo son ignoradas y marginadas en los procesos de toma de decisiones. Además, muchos grupos y organizaciones lideradas por mujeres que apoyan y abogan por los derechos de las mujeres y la justicia ambiental están siendo ignorados por las crecientes fuentes de financiamiento disponibles para trabajar en sostenibilidad ambiental, mitigación de desastres y cambio climático.