Mientras los líderes mundiales se reúnen para la tan esperada COP28, existe una necesidad innegablemente urgente: la incorporación de las voces de las bases comunitarias al tejido mismo de nuestras soluciones climáticas globales. Este imperativo se intensifica particularmente en el caso de las voces de las mujeres, las niñas, las personas trans, intersexuales y no binarias, así como de las comunidades estructuralmente marginadas, incluidas las mujeres indígenas, afrodescendientes, rurales y jóvenes.
En el centro de este llamado a la acción se encuentra el compromiso de la alianza GAGGA. Nuestra presencia en la COP28 está impulsada por una visión singular de magnificar los mensajes de incidencia que emanan de nuestros socios, garantizar su participación dinámica y defender fervientemente iniciativas de financiación adaptadas a soluciones climáticas con justicia de género.
Sin embargo, nuestro viaje de incidencia en la COP28 no está exento de desafíos. El nombramiento del Sultán Al Jaber como presidente de la COP28 establece precedentes preocupantes. El liderazgo de la propia figura decorativa que dirige la Compañía Nacional de Petróleo de Abu Dhabi, un actor destacado en la expansión mundial de los combustibles fósiles es indicativo de un cambio hacia el interés corporativo en lugar de objetivos climáticos genuinos. Sin embargo, seguimos dedicados a abogar por soluciones impulsadas por la comunidad y desafiar esta abierta monopolización del poder.
En nuestro camino hacia soluciones climáticas más inclusivas, las narrativas y experiencias vividas de nuestros socios juegan un papel fundamental. A través de nuestra campaña #GAGGAatCOP28, no nos limitamos a presentar una serie de historias, sino que tejemos una narrativa poderosa que subraya la urgencia y la importancia de la acción de base liderada por las mujeres en foros globales como la COP28.
Por ejemplo, la historia de 350.org nos recuerda las intrincadas intersecciones entre género y justicia ambiental, arrojando luz sobre las innumerables formas en que los desafíos locales están profundamente entrelazados con cuestiones ambientales más amplias. El Fondo Socioambiental Casa ofrece una visión de las soluciones ambientales impulsadas por la comunidad que resuenan con las perspectivas de género únicas de las diferentes comunidades. Las voces del Consejo de Mujeres Indígenas y Biodiversidad (CMIB) resaltan la resiliencia de las mujeres indígenas, su vínculo sagrado con la naturaleza y su acervo de conocimientos en la conservación de la biodiversidad. De manera similar, el Foro Internacional de Mujeres Indígenas (FIMI) destaca el papel transformador del liderazgo de las mujeres indígenas en la configuración de estrategias climáticas efectivas y fundamentadas.
Pasando al continente africano, el Centro Kebetkache de Desarrollo y Recursos para las Mujeres desempeña un papel fundamental en la Asamblea de Mujeres Africanas sobre el Clima, centrándose en «construir poder por fuera de la COP». Sus esfuerzos enfatizan que el cambio real a menudo emana de fuera de las estructuras de poder tradicionales, de las bases y de las comunidades que soportan la peor parte de la degradación ambiental. La narrativa de Patinaai resuena con la voz de las mujeres masái y enfatiza la necesidad de armonizar las ambiciones ambientales globales con las realidades que estas mujeres enfrentan a diario. Mientras tanto, SERUNI ofrece un testimonio de la tenacidad de las mujeres indonesias, enfatizando que la lucha por la justicia de género y la sostenibilidad ambiental son dos caras de la misma moneda.
Nuestra campaña #GAGGA en la COP28 tiene como objetivo garantizar que estas historias, estas luchas y estas soluciones estén en el centro de los debates de la COP28. A través de estas narrativas, aspiramos a subrayar que las soluciones climáticas genuinas tienen sus raíces en las experiencias y la sabiduría de aquellos directamente afectados por la crisis. Y a medida que avanzamos, son estas voces y acciones las que deberían guiar nuestro camino colectivo.
Esta historia y las acciones de GAGGA en la COP28 cuentan con el apoyo de Global Affairs Canada y el Ministerio de Asuntos Exteriores de Holanda. Su aporte ha sido fundamental en los esfuerzos de GAGGA para resaltar cuestiones y voces críticas en la COP28.