Rodeado por el radiante tapiz del diverso ecosistema de Indonesia, se encuentra el corazón de un grupo resiliente llamado SERUNI, una organización nacional democrática de mujeres. En palabras de Nasywa, una dedicada joven miembro de SERUNI de 16 años de edad, «Organizamos a mujeres de todos los sectores, desde trabajadoras hasta campesinas, mujeres indígenas, mujeres pobres urbanas, mujeres estudiantes y pescadoras». Su pasión se refleja en los esfuerzos que realizan por la igualdad de género, el control de la tierra y los recursos naturales y, sobre todo, la búsqueda de la justicia climática.
La gravedad de los problemas climáticos de Indonesia no pasa desapercibida para su juventud. Nasywa recuerda su infancia, empañada por los extremos del desastre de la neblina de 2015. Nacida en Riau, subraya, «Los incendios terrestres y los desastres causados por la neblina son problemas crónicos, especialmente en regiones como Sumatra y Kalimantan». Los incendios terrestres, a menudo resultado de técnicas de tala y quema, se ven agravados por la proliferación de plantaciones de palma de aceite. A medida que se talan los bosques para dar paso a estos vastos monocultivos, las ricas turberas, que alguna vez fueron húmedas y resistentes a los incendios, se secan. Cuando se encienden, ya sea accidental o intencionalmente con fines agrícolas, estas turberas liberan cantidades masivas de carbono y producen una neblina espesa y tóxica. Esto no sólo conduce a una pérdida dramática de biodiversidad, sino que también impacta la salud y los medios de vida de millones de residentes de la región.
Estos desafíos, trágicamente arraigados en la degradación forestal y la minería, privan a los jóvenes indonesios del entorno, alguna vez exuberante, en el que crecieron sus mayores. Desde cuentos de ríos de aguas claras llenos de peces hasta vastos humedales que albergan especies exóticas como el tigre de Sumatra, el elefante de Sumatra y el orangután, estas historias se han transformado gradualmente en mitos para las nuevas generaciones. Nasywa ilustra esto a través de su participación en un estudio sobre el río Batanghari en Jambi, el río más largo de Sumatra. «El estado del río es indescriptible», afirma, destacando cómo prácticas como la expansión de las plantaciones de palma de aceite han devastado la ecología local.
En medio de los ecosistemas cruciales de Indonesia que enfrentan continuas amenazas, la voz de los jóvenes, especialmente las mujeres jóvenes, busca hacer eco en plataformas globales como la COP28. «Quiero que las aspiraciones y los intereses de nuestra juventud, especialmente de las mujeres jóvenes, sean escuchados e incorporados en las resoluciones de la COP28», afirma, enfatizando la necesidad de un mejor planeta para su generación.
Si bien el trabajo preliminar de SERUNI es encomiable, desde la promoción del mantenimiento de árboles frutales ancestrales entre el pueblo malayo hasta la conservación del bambú, comprenden el valor de la incidencia internacional. Pero el diálogo climático global tiene sus deficiencias. Las voces de los jóvenes, las mujeres indígenas y las organizaciones de justicia ambiental a menudo han sido eclipsadas. Nasywa señala acertadamente, «Venimos de Indonesia, una de las regiones con mayor biodiversidad del mundo, y queremos ser escuchados».
Sin embargo, frente a las limitaciones presentadas por foros globales como la COP28, la resiliencia brilla. SERUNI, aprovechando la mayor conciencia ambiental entre los jóvenes, amplía continuamente su red. «La buena noticia hoy es que las cuestiones medioambientales son más populares entre los jóvenes que antes», reflexiona, aduciendo al lado positivo. Sus esfuerzos conscientes para colaborar con foros internacionales de jóvenes, mujeres y minorías nacionales tienen un objetivo: promover soluciones ambientales y obtener apoyo para las actividades de mitigación en curso.
En una época en la que las realidades climáticas se vuelven cada vez más apremiantes, el espíritu inquebrantable de organizaciones como SERUNI y los jóvenes activistas que las respaldan son un rayo de esperanza. Como brotes frescos que emergen después de un duro invierno, su tenacidad y pasión muestran que la nueva generación está liderando el camino hacia la recuperación de nuestro futuro.
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La Alianza Global para la Acción Verde y de Género (GAGGA) estará presente en la COP28 con una delegación del 30 de noviembre al 12 de diciembre de 2023. Únete a nosotros en nuestro evento paralelo, Gender Just Climate Policy & Finance: From Barriers to Actionable Solutions,” el domingo 3 de diciembre, donde profundizaremos en los temas centrales de este artículo. Para oportunidades de colaboración y obtener más información, comunícate con Noemi Grütter, Co-Coordinadora de Promoción y Colaboraciones de GAGGA: n.grutter@fondocentroamericano.org. Para obtener información adicional sobre este artículo y el trabajo de SERUNI y para conectarte directamente, comunícate con Triana Kurnia Wardani, del SERUNI, en seruniindonesia.official@gmail.com.
Esta historia y las acciones de GAGGA en la COP28 cuentan con el apoyo de Global Affairs Canada y el Ministerio de Asuntos Exteriores de Holanda. Su aporte ha sido fundamental en los esfuerzos de GAGGA para resaltar cuestiones y voces críticas en la COP28.