Hasta hace 16 años en Burkina Faso no existían minas industriales, el primer proyecto minero grande, que era operado por el estado, cerró en 1994 por problemas de administración. Es a partir de 2003, cuando se aprueba un nuevo código minero, que diferentes inversionistas de la industria extractivista se sienten atraídos por el potencial del país africano, inician actividades de exploración en el territorio y ganan concesiones mineras otorgadas por el gobierno en diferentes zonas.
Es así como a mediados de 2016 llega la empresa canadiense Orezone Gold Corporation al poblado de Bomboré, en la provincia de Ganzourgou. Esta región es una zona semiárida que solo recibe 3 meses de estación lluviosa y el resto del año se mantiene seca. Las comunidades que pertenecen al poblado de Bomboré practican la agricultura, y para subsistir realizan minería artesanal de oro como otra forma de tener una fuente de ingresos, especialmente las mujeres.
El trabajo de la mina aún no ha iniciado y está previsto a comenzar en 2020, pero el acuerdo de explotación minera ya fue firmado con el Ministerio de Minas.
En cifras generales, el proyecto minero de Bomboré afectará alrededor de 700 hectáreas de tierra, 75,000 árboles serán destruidos, 609 familias serán afectadas y algunas reubicadas, y 3500 personas que practican la minería artesanal ya están perdiendo sus fuentes de ingreso, puesto que desde que el proyecto llegó se les ha prohibido continuar con esta actividad, según datos de la Organisation pour le Renforcement des Capacités de Developpement (ORCADE).
Además, el río Nobsin, que es la principal fuente de agua, peligra ser contaminado. La vida del proyecto está planificada para durar 13 años, pero pueden ser más.
La empresa canadiense les dice que serán compensados y reubicados en otro territorio pero “¿pueden estas compensaciones realmente reemplazar lo que estas comunidades pierden cuando tienen que abandonar sus aldeas de origen?” cuestiona Odette Toe Napina, Responsable de Proyecto en ORCADE.
Desde su creación en 2001, la Organisation pour le Renforcement des Capacités de Developpement (ORCADE) monitorea el trabajo de los proyectos mineros y los impactos socioeconómicos y ambientales de la industria extractivista en Burkina Faso. Es miembro del Comité Directivo de la Iniciativa para la Transparencia de las Industrias Extractivas (EITI, por sus siglas en inglés) que reúne al estado, a las empresas mineras y a la sociedad civil.
ORCADE dirigió de 2014 a 2015, junto con otras organizaciones de la sociedad civil, una campaña para la revisión del código minero de 2003 y así crear un fondo para el mejoramiento de las condiciones de vida de las comunidades de las zonas y disposiciones legales más estrictas para proteger el medio ambiente en relación con la minería.
Esta campaña resultó en la revisión del código minero de 2003, la implementación de un nuevo código minero en 2015 que creó un fondo para las comunidades de las localidades mineras, la adopción de disposiciones legales más rigurosas para proteger al medio ambiente y el reconocimiento oficial de la extracción de oro artesanal que no se reconocía anteriormente.
“ORCADE es la primera ONG en Burkina Faso que participa en el sector minero. Ahora es reconocida como la ONG líder en este sector”, menciona Odette.
“Hay que decir que estamos en una sociedad en que la costumbre es que son los hombres los que deben llevar a cabo ciertas acciones” dice Odette haciendo referencia al por qué las mujeres de las comunidades de Bomboré no se estaban involucrando en los encuentros y reuniones con la empresa canadiense Orezone Gold Corporation, “no tenían información sobre cómo organizarse para resolver sus problemas con el proyecto minero, pero tuvieron que resistir y rechazar ciertas propuestas que no les convenían”.
“Las mujeres no sabían nada acerca del sector minero antes de que llegáramos”, cuenta Odette. A través de capacitaciones trabajaron para que las mujeres comprendieran cómo funciona la industria extractiva y qué es lo que pueden esperar cuando una mina se asienta en su localidad, los impactos de la minería en las mujeres y sus condiciones socioeconómicas, en el medio ambiente, el código minero y qué es el consentimiento libre e informado.
Asimismo, han sido capacitadas sobre los derechos de las mujeres, ya que antes tampoco habían oído hablar de eso, no sabían que ellas también tienen derechos. Al proporcionarles conocimientos sobre sus capacidades y habilidades, las mujeres de Bomboré han cambiado, ganaron confianza en sí mismas, son más conscientes sobre lo que quieren y lo que no quieren, y ahora se sienten capaces de alzar sus voces incluso en reuniones en donde hay presencia de los hombres. “Veremos más cambios en medida que el trabajo avance”, menciona Odette.
Las mujeres esperan una mejor consideración de sus problemas. Tenían actividades que les generaban ingresos para mantenerse y que ahora han perdido, y quieren ser tomadas en cuenta al momento de las tomas de decisiones sobre sus comunidades. “Simplemente, ellas no quieren tener una mina en su comunidad” señala Odette.
Con el trabajo de organización y fortalecimiento de las capacidades de liderazgo de las mujeres de Bomboré, el proyecto minero de la Orezone Gold Corporation ha tomado en consideración algunas de sus demandas. El cambio más importante que se ha logrado hasta ahora es que se otorgará cierta asignación financiera al momento de la reubicación, especialmente a las mujeres, y se ha previsto un trabajo de acompañamiento en términos de formación para empleos.
“Continuaremos desarrollando la capacidad de las comunidades para saber si la mina es una oportunidad para ellas o no. No vamos a tomar el lugar de las comunidades para hacer esto, sino que las acompañamos” menciona Odette. Por su parte, seguirán reuniéndose con los funcionarios y empresarios mineros y con las autoridades a cargo del proyecto en Bomboré para hacerles entender cuáles son las posiciones de las comunidades con respecto a dicho proyecto.