En el municipio de Suchitoto, El Salvador, las mujeres desempeñan un papel clave en la gestión de y los derechos sobre el agua. Al igual que muchos municipios de la región, Suchitoto se ve afectado por la tala indiscriminada, los incendios forestales, la contaminación de las fuentes de agua, el uso excesivo de agroquímicos y las operaciones extractivas que ponen en riesgo la calidad y la sostenibilidad de los recursos hídricos. En este contexto, la lucha por el reconocimiento del derecho humano al agua es de vital importancia para las comunidades locales.
Desde 2014, la Colectiva Feminista para el Desarrollo Local, coparte de GAGGA, a través del Fondo Centroamericano de Mujeres (FCAM), ha apoyado los esfuerzos en Suchitoto para garantizar el derecho humano al agua potable a través de una gestión del agua comunitaria, eficiente, sostenible y con enfoque de género. Gracias a sus esfuerzos, las mujeres en Suchitoto están desempeñando un papel importante en la gestión del agua. Suchitoto se destaca por ser el único municipio en brindar acceso total a agua potable y recientemente se convirtió en el primero del país en votar por el reconocimiento del agua como un derecho humano.
La Colectiva Feminista para el Desarrollo Local ha estado activa durante más de 15 años a nivel nacional en El Salvador. En 2014, el grupo inició el programa de Agua y Equidad de Género en Suchitoto, integrando los principios feministas y de justicia ambiental en la gestión del agua. Si bien casi todos los 35 comités comunitarios para agua potable y saneamiento de Suchitoto incluían mujeres, esto no necesariamente significó una participación igualitaria de las mujeres en la toma de decisiones o el acceso al agua. El programa Agua y Equidad de Género se propuso no sólo influir en las políticas públicas, sino también reducir la brecha de género y empoderar a las mujeres en la gestión y promoción del agua.
En las primeras etapas del programa, la Colectiva Feminista para el Desarrollo Local se enfocó en proveer capacitaciones y promover campañas de concientización para fortalecer la capacidad de los comités de agua y saneamiento de la comunidad para que pudieran analizar la gestión del agua utilizando un enfoque de género. Dicho análisis implica revisar los roles y responsabilidades de las mujeres y los hombres para satisfacer la demanda doméstica de agua limpia. También significa analizar las relaciones y dinámicas de poder, y reconocer los diferentes conocimientos y barreras que las mujeres y los hombres pueden tener para controlar y acceder a los recursos hídricos. Gracias al programa, las mujeres han ganado visibilidad y sus voces se hacen oír más dentro de los comités. Ahora hay 10 mujeres que sirven como presidentas del comité, y más mujeres participan activamente como delegadas y usuarias del agua en las asambleas generales.
La Colectiva Feminista también ha apoyado la capacitación técnica y administrativa y el fortalecimiento de la infraestructura del suministro de agua, el que se ha expandido a áreas que antes no tenían acceso, resultando así en una cobertura total para el municipio.
Paralelo a su trabajo con los comités de agua y saneamiento, la Colectiva Feminista para el Desarrollo Local ha organizado campañas de promoción y diferentes acciones para concientizar al público sobre el derecho humano al agua en Suchitoto y más allá. El grupo aboga por el mejoramiento y adopción de leyes y regulaciones locales relacionadas al agua.
Como parte de GAGGA, la Colectiva Feminista para el Desarrollo Local ha recibido apoyo financiero, acompañamiento para el liderazgo de las mujeres y el fortalecimiento institucional, y la oportunidad de participar en intercambios con otros grupos y colectivos en América Central sobre justicia ambiental, eco-feminismo y gestión comunitaria y sostenible del agua. Este acompañamiento ha contribuido a sus planes de llevar a cabo un referéndum público en Suchitoto sobre el derecho humano al agua, el primer proceso de este tipo en El Salvador. Mirna Luisa Morataya de la Colectiva Feminista describe el referéndum como un importante mecanismo de participación pública. “Lo que queríamos era generar un proceso de consulta e influir en la política local”, explica. Según el código municipal de El Salvador, el gobierno municipal debe respetar el resultado de un referéndum local.
El 28 de mayo de 2017 se le preguntó a la gente de Suchitoto si el acceso al agua debe ser reconocido como un derecho humano. En presencia de 17 observadores acreditados internacionales de diversas organizaciones de derechos humanos y 37 nacionales, un rotundo 98% de los votos afirmó el reconocimiento del agua como un derecho humano; sin embargo, este proceso no obtuvo los votos necesarios para que los resultados se consideraran vinculantes. Dos años después, el 27 de octubre de 2019, se celebró otro referéndum con el objetivo de aumentar la participación y confirmar el resultado de 2017. Esta vez, casi la mitad del electorado (45%) acudió a votar, superando el número necesario para garantizar la plena validez de los resultados. Una vez más, la gente de Suchitoto dijo “sí” al agua como un derecho humano. Suchitoto se convirtió oficialmente en el primer municipio de El Salvador en hacerlo.
Ahora, el gobierno municipal debe priorizar el derecho al agua de los residentes de Suchitoto al considerar actividades que podrían interferir con el sistema integrado para la gestión de los recursos hídricos o la sostenibilidad del agua en general. Los resultados deberían contribuir a un marco legal que garantice el acceso al agua para todos los habitantes de Suchitoto, con la equidad de género como uno de sus fundamentos.
Mirna de la Colectiva Feminista compartió la historia de éxito de Suchitoto con las organizaciones socias de GAGGA en el seminario virtual “Nosotras, las mujeres, somos agua”, celebrado en marzo de 2019. Para el grupo, los esfuerzos en Suchitoto son ejemplares, con resultados que trascienden al nivel nacional. “En El Salvador, ahora nos enfrentamos a una propuesta de privatización del agua por parte de empresas privadas … [Ésto] significaría que las mujeres no pueden tener acceso igualitario o equitativo al agua”. El trabajo en Suchitoto envía un mensaje importante a los responsables políticos nacionales.
Más allá del trabajo del grupo en Suchitoto, la Colectiva Feminista ha creado conciencia regional y global sobre sus esfuerzos, incluso en el Congreso de Mujeres y Ríos y el Foro Alternativo Mundial del Agua. A través de GAGGA, la Colectiva ha establecido conexiones con otras organizaciones en América Central, como Xochitl Acal, con quienes están compartiendo experiencias y metodologías para lanzar una Escuela de Líderes del Agua para Mujeres.