La ciudad de Bogotá, con sus 7.5 millones de personas, se ha construido principalmente sobre humedales y corredores ecológicos. El humedal de El Burro, ubicado en la localidad de Kennedy – una de las más contaminadas-, es uno de los últimos espacios vivos en donde se purifica el agua en la ciudad. El Burro se alimenta por el río Fucha (Fuhucha nombre Muisca que significa mujer), y desemboca en el río Bogotá, ambas principales avenidas fluviales de la ciudad.
El humedal El Burro fue fragmentado por la Av. Ciudad de Cali y como consecuencia se divide en sector oriental con un 80 % y sector occidental con un 20%. Esta división genera impactos negativos a nivel ecológico pues impide su conectividad hídrica y el paso de las especies de avifauna, afectando la capacidad de retención de agua del humedal.
En 2012, la Secretaría de Ambiente avaló la incorporación del sector «El Burrito» al gran humedal El Burro al reconocer ésta como área de protección ambiental por cumplir con las características de un ecosistema de humedad y sobresaltó la importancia de los bienes y servicios ecosistémicos que éste ofrece para la ciudad. Sin embargo, en diciembre del 2019 el alcalde Enrique Peñalosa firmó una resolución en la que le otorgó un permiso de construcción de viviendas y centro comercial a la empresa Marval (de capital colombiano y con varias denuncias públicas) sobre ¨El Burrito¨. La licencia de construcción se encuentra en proceso y ya se han puesto en marcha la puesta de tuberías y retroexcavadoras para secar el área. En dicha derogatoria afirman que allí ya no existe espejo de agua, las especies de fauna y flora se han ido y que este espacio interrumpe las rutas del aeropuerto El Dorado.
Corporación Sihyta, un colectivo de jóvenes feministas, junto a otrxs líderes de la comunidad, han discutido los impactos de la construcción sobre el El Burrito e implementado acciones de denuncia a través de manifestaciones y muestras artísticas. Organizaron una petición para presionar a Marval a entregar el territorio al estado para su protección, restauración y que éste se incluya en el plan ambiental del humedal El Burro. Estas acciones han tenido eco en los medios de comunicación regionales, la Corporación Ambiental Local, y el Concejo de Bogotá.
Corporación Sihyta junto a otras organizaciones encaminan sus esfuerzos en tres vías:
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