La crisis climática es un desafío global que exige cambios profundos, cambios estructurales en el sistema económico predominante—que se basa en la extracción y el crecimiento ilimitado—para construir una sociedad que priorice al planeta y a toda su gente. Para llegar allí y lograr una transformación genuina, necesitamos unir el poder de las personas y sus movimientos.
Desde 2016, GAGGA se ha propuesto fortalecer y vincular los movimientos por los derechos de las mujeres y por el medio ambiente y la justicia climática para realizar un trabajo colaborativo de cabildeo y promoción a nivel local, nacional, regional y mundial. A través de nuestro trabajo, hemos podido poner recursos en manos de quienes tienen un potencial enorme para cambiar su situación y la de sus comunidades.
Las mujeres y organizaciones con las que trabajamos han demostrado que las respuestas al cambio climático sólo serán efectivas si se adaptan a las realidades locales; apoyan el liderazgo, ambiciones y necesidades de las mujeres; son liderados por las comunidades y movimientos; y al mismo tiempo desafían y desmantelan los sistemas del patriarcado, capitalismo, racismo y neocolonialismo.
Juntos, estos poderosos movimientos liderados por mujeres han podido presionar de manera efectiva a gobiernos, inversionistas y donantes para que actúen con el propósito de prevenir y evitar los peores efectos de la crisis climática y para que apoyen tácticas climáticas viables lideradas por mujeres. En este boletín, destacamos algunas de estas acciones y esfuerzos de incidencia apoyadas por GAGGA.
Las mujeres de este boletín se encuentran en El Salvador, Nigeria, Kenia, Nepal e India.
En el Corredor Seco de Centroamérica, donde los cultivos han sido diezmados y donde tradicionalmente se creía que solo los hombres podían conocer y aplicar las ciencias agrícolas, las mujeres con discapacidad a causa de la guerra civil de El Salvador están cambiando los roles de género establecidos y cultivando sus propios alimentos resistentes al clima. Los grupos de mujeres en Nepal están incidiendo en sus autoridades locales para que incorporen un enfoque de género en sus planes, reconsideren sus ideas preconcebidas sobre el desarrollo y asignen fondos a proyectos climáticos.
En Nigeria, las mujeres contribuyeron al desarrollo del Plan de Acción Nacional sobre Género y Clima aprobado recientemente y están trabajando para ponerlo en práctica en sus comunidades. Y en todo el Sur Global, las jóvenes feministas están compartiendo propuestas claves para abordar la crisis climática, incluidas soluciones comunitarias, cambios en la dotación de recursos para apoyar trabajos de sanación y la promoción de narrativas inclusivas. Estas acciones y propuestas climáticas lideradas por mujeres deben ser reconocidas, apoyadas, y adoptadas como la base de políticas y programas climáticos en los que las mujeres desempeñan un papel crucial en la toma de decisiones.
La pandemia y la crisis climática han revelado la resiliencia, la fuerza y la creatividad del liderazgo de las mujeres locales. Las y los líderes mundiales han presentado una amplia gama de propuestas de soluciones técnicas a la crisis climática, pero si no logran integrar las prácticas y los conocimientos claves de estas mujeres acerca de estrategias de resiliencia al cambio climático, sólo estarán rasguñando la superficie de la crisis.
La foto de arriba es de ALGES.