El financiamiento climático solo es efectivo con justicia de género. Lea nuestro Llamado a la Acción para la COP27
El papel clave de las mujeres en la acción climática y la relación entre el logro de la igualdad de género y los resultados climáticos están ampliamente reconocidos y documentados. Sin embargo, la eficacia del financiamiento climático se reduce a menudo a la medición de las toneladas de carbono mitigadas y a la cantidad de financiación del sector privado apalancada, mientras que la innovación se reduce a la creación de mecanismos financieros descendentes, de alto riesgo y basados en el mercado para generar beneficios.
La verdadera innovación consiste en abordar las causas profundas de la injusticia climática a través de enfoques desde las bases hacia arriba, que se centran en la igualdad de género y abordan las complejidades de los desafíos interseccionales, y en ampliar las soluciones probadas y específicas del contexto de las comunidades de todo el mundo. Estos enfoques locales, basados en los derechos y centrados en las personas, permiten a las comunidades y a los grupos excluidos crear capacidades a largo plazo para responder al cambio climático y conducir a una transformación eficaz y duradera.
En todo el mundo, los grupos de derechos de las mujeres y la sociedad civil en general piden que el financiamiento climático sea accesible, inclusivo y con equidad de género.
Un financiamiento climático con equidad de género significa que:
- Las mujeres, en toda su diversidad, tengan acceso a la financiación climática, especialmente las que pertenecen a grupos marginados (indígenas, rurales, jóvenes) que son los más afectados por el cambio climático y que lideran la acción climática.
- Tienen poder de decisión en la asignación de la financiación climática.
- Los proyectos de financiación climática desafían y abordan activamente las desigualdades de género al tiempo que promueven y protegen los derechos humanos y logran el impacto climático
Este año, GAGGA ha elaborado un Llamamiento a la Acción que ofrece recomendaciones concretas a los responsables políticos y a los funcionarios gubernamentales de los países desarrollados miembros de la CMNUCC, para mejorar y garantizar una financiación climática justa desde el punto de vista del género.