En conversación con Tarini Manchanda


Tarini Manchanda comenzó su carrera como cineasta en 2009 cuando quiso descubrir de dónde provenía su agua en Nueva Delhi. Aprendió cómo se desarrollaban las desigualdades en la ciudad con respecto al agua e hizo una película sobre el suministro de agua de Nueva Delhi. Desde entonces ha estado trabajando con las comunidades que se llevan la peor parte del crecimiento económico de la India.

Tarini está trabajando actualmente en un largometraje sobre los sueños de una comunidad impactada por un derrame de petróleo en el noreste de la India. Además, está planificando programas de capacitación para centrar a las y los jóvenes indígenas del noreste de la India en las discusiones sobre el clima a través de la organización Socratus y su programa Green Up.

 

¿Qué fue para ti lo más destacado de la beca FRIDA?

La beca me permitió resaltar las historias de las mujeres que realmente están redefiniendo los estereotipos de género. No es fácil escribir desde una perspectiva de género en las plataformas de prensa convencionales, especialmente si tienes una historia sobre género y los derechos de la mujer. [Esa historia] no va a encontrar mucho espacio. La beca creó ese espacio.

Los medios principales excluyen estas historias. Existe una necesidad enorme y creciente de apoyar las narrativas de las mujeres desde sus espacios. Soy una cineasta urbana que trabaja en estos temas, pero también hay […] mujeres que tal vez trabajan en la granja o que viven en áreas rurales, o incluso en áreas urbanas, que viven cerca de un vertedero o luchan por enviar a sus hijos a la escuela, que son trabajadoras domésticas. Todas tienen una perspectiva propia de lo que les toca que vivir, así que creo que hay una necesidad creciente de entender sus experiencias y verlas con un poco de estructura.

[Este trabajo es] importante ahora porque vivimos en espacios muy polarizados en las redes sociales y el mundo y necesitamos poblarlo más con voces que no siempre son escuchadas. En nuestra vida diaria, no lo notamos, pero las voces de las mujeres son silenciadas con más frecuencia. Para ser realmente escuchadas, las mujeres se ven obligadas a ser más creativas en sus estrategias. Espero que un incremento de sus narrativas en los medios facilite un entendimiento de lo que necesitan las mujeres—y en general todas las personas. Abrir espacios para las mujeres en la narrativa va a tener consecuencias para todas las personas, no solo para las mujeres, por lo que es importante desarrollar [esos espacios para influenciar] nuestro condicionamiento social. Salir un poco del patriarcado.

Crédit Photo: Annabelle Avril/WECF

¿Cómo fue tu experiencia de la COP25 de la CMNUCC en Madrid?

Todavía recuerdo el espíritu de los espacios paralelos de activismo y organización de la COP y cómo [esos espacios] y la marcha me hicieron sentir. Fue muy esperanzador y me encantó el espíritu de todas y todos los que estaban siendo observadores en la COP, tan inclusivo, escuchando tus historias.

Tuve acceso a mucha información—basta mencionar la red climática y la idea de la COP—a la que no hubiera tenido acceso de otra manera. Entonces, desde esa experiencia de la COP, he estado hablando con personas en Delhi y el noreste de la India sobre varias iniciativas que podemos impulsar para involucrarnos más en las negociaciones. Tal vez preparar políticas nacionales por adelantado, ir allí más preparadas para participar. El rol de observadora fue buenísimo y me dio las herramientas para, con suerte, hacer un trabajo más de peso.

Soy parte de una organización llamada Sokratus. Recién estamos comenzando, pero ya hemos formado un grupo llamado Green Up que organiza conversatorios sobre el clima y estamos tratando de convocar a personas con experiencias profesionales muy diversas. Una de nuestras esferas prioritarias es Nagaland y me ha funcionado muy bien dada mi área de investigación. He podido ponerme en contacto con personas en Nagaland y han estado pensando en asistir a la COP y participar más, [en lugar de] sentirse como un símbolo. A través de Green Up, estamos organizando capacitaciones para familiarizarlas con el proceso de la COP. Estas personas representarían la perspectiva del noreste de India en la COP.

Si bien entiendo la necesidad de estructuras más grandes, tal vez de mercados, recursos [o] conocimientos que pueden ser proporcionados por organizaciones externas, sigue siendo importante que las voces de las comunidades no se conviertan sólo en publicidad para las organizaciones, sino que sean incorporadas en los procesos de toma de decisiones.

 

¿Qué es la justicia medioambiental feminista para ti?

La definición para mí definitivamente está evolucionando [y] es algo que no podemos definir para nadie más. Hubo un caso en Delhi de una planta de reciclaje que cuando abrió recuerdo que los sindicatos de trabajadores se vieron afectados negativamente. Yo pensaba que esta planta de reciclaje iba a resolver el problema, tal vez emplear a los trabajadores de saneamiento, pero la realidad era que ellos estaban en contra porque sentían que les iba a quitar su trabajo. Tenían varias razones para oponerse.

Es la idea de que la solución no puede venir del exterior; realmente se tiene que incorporar lo que la gente necesita en esa situación. Las grandes conferencias a las que asistimos, las conversaciones que tenemos en las aulas de clase, en línea, en nuestras organizaciones, todo está relacionado con nuestra labor, pero a final de cuentas es la mujer que vive del bosque la que debe definir lo que ella necesita. Si bien entiendo la necesidad de estructuras más grandes, tal vez de mercados, recursos [o] conocimientos que pueden ser proporcionados por organizaciones externas, sigue siendo importante que las voces de las comunidades no se conviertan sólo en publicidad para las organizaciones, sino que sean incorporadas en los procesos de toma de decisiones.

Foto: Tarini Manchanda

¿En qué trabaja ahora?

Estaba trabajando en una historia tratando de observar y documentar en una película los efectos que ha tenido el derrame de petróleo que ha asolado a un pueblo en Nagaland por 30 años. Había estado haciendo esto desde 2013; había estado viajando y quedándome allá por una semana o un mes para poder sentarme a hablar con la gente. Estoy tratando de reinventar el papel del cine; las formas en que se puede crear empatía, permitiendo que las personas se vean reflejadas en la pantalla; historias que puedan evocar un sentimiento con algún tipo de fundamento, pero no historias que comprometan a la gente.

El petróleo está emanando del suelo. En verano se puede ver cómo burbujea. Las mujeres de ahí han formado un grupo de autoayuda y el gobierno local realmente ha hecho presión a su favor, así que han comenzado un pequeño grupo de mujeres para proteger el área, recolectar dinero y apoyarse mutuamente. [Sin embargo] no pueden trabajar directamente en el derrame o sus impactos.

Son una comunidad indígena, dependen de la tierra y llevan años siendo agricultores. La mayoría de sus campos se han visto afectados por el derrame, el agua huele a petróleo y el aire es sulfúrico. Hay una gran llamarada al lado de su aldea. Su pueblo no tiene perforaciones petroleras activas, pero el estado fronterizo ha permitido que esta industria florezca en su estado.

La plataforma petrolera activa justo al lado de la aldea está impactando sus vidas; la salud de todas y todos ha sido impactada. Las personas me han compartido sus radiografías pidiendo ayuda y han gastado mucho dinero yendo a médicos para recibir tratamiento. No hay ningún estudio concluyente que haya determinado que estos [casos] son [a causa de] los impactos del derrame de petróleo. Oil and Natural Gas Corporation [una multinacional india] estuvo perforando allí hasta 1990. Se los ha hecho responsables [al igual que al] gobierno estatal y al gobierno del estado de Nagaland.

El cine te ofrece una forma tangible de conectarte con la vida y las historias de las personas, siempre que no lo utilices para glorificar, y yo sigo interesada en hacer películas como herramienta de investigación, no tanto como [parte de la industria del] cine o como publicidad.

 

¿Cuáles son tus planes futuros?

Realmente me gustaría construir un sistema de recolección de agua en mi casa. Ha sido mi plan por mucho tiempo. Desde el que inició el confinamiento hemos estado cultivando hortalizas y cuidando una pequeña parcela en Delhi. Me gustaría trabajar más en huertos comunitarios y agricultura urbana.

 

Puedes leer el trabajo de Tarini en Open Global Rights, así como artículos de las otras becarias Wangũi wa Kamonji, Beatrice Tulagan y Vanessa Daza Castillo.

La imagen de arriba es de FRIDA y OGR.


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