Un mensaje de nuestras directoras ejecutivas sobre el COVID-19


“Creo que es una situación difícil para todas; lo estamos viviendo desde contextos y situaciones, y territorios diferentes, pero en estos tiempos es donde resignificamos la palabra ‘comunidad’ y reivindicamos nuestro derecho a la organización; a darnos un abrazo entre hermanas y decirnos que no estamos solas. Repetirnos que juntas somos invencibles, que desde nuestra comunidad autoritaria, resistimos, insistimos, persistimos y nunca desistimos.

— Yoseling Guardado, Colectiva Feminista para el Desarrollo Local, El Salvador


En toda la red GAGGA reconocemos cómo el COVID-19 ha empeorado la escasez y ha profundizado conflictos preexistentes, afectando nuestras comunidades y la forma en que nos organizamos. A través de más de 60 grabaciones de audio, nuestras copartes en América Latina, Asia y África han compartido desafíos comunes que han sido exacerbados por la pandemia, tales como la represión, la exclusión, la violencia y la inseguridad alimentaria.

En momentos en que lavarse las manos es crucial para preservar la vida, el acceso al agua limpia está fuera del alcance de algunas comunidades en países como Bolivia, El Salvador, Georgia, Indonesia y Uganda. En Filipinas, el gobierno se ha aprovechado de la crisis del coronavirus para poner en funcionamiento puestos de control militares que evitan que las personas accedan a sus tierras ancestrales. En el Delta del Níger, donde por décadas el agua ha sido contaminada por las actividades relacionadas con el petróleo y el gas, las viudas han sido excluidas del régimen de ayuda gubernamental, situación que también viven grupos marginados en Paraguay, Nepal e India. En las zonas rurales de Guatemala, donde las fuentes de agua se han secado o han sido arrebatadas por compañías nacionales y transnacionales, las mujeres están recibiendo amenazas de desalojos y están experimentando un aumento en la presencia policial y la violencia de género.

Las voces de comunidades provenientes de diferentes partes del mundo, no sólo muestran cómo nos estamos adaptando y reaccionando ante estas nuevas realidades, sino que también ejemplifican cómo las mujeres, centradas en la solidaridad y el cuidado colectivo, lideran en tiempos de crisis. Las copartes de GAGGA se han reunido para intercambiar alimentos y servicios, comprar colectivamente, hacer mascarillas, brindar apoyo financiero a las personas más vulnerables, difundir información, así como restaurar y fortalecer los sistemas de producción de alimentos que brindan comida saludable y medicina tradicional.

Las defensoras ambientales han estado plantando las semillas para un futuro mejor en el que se dé prioridad al bienestar de las personas y el planeta por encima de las ganancias. Nos muestran cómo podemos vivir de manera sostenible con los recursos de la tierra en lugar de explotarlos, y compartiendo la sabiduría tradicional e indígena que nos dicta que el destino de los humanos está entrelazado con el de la tierra en la que vivimos. Existe la necesidad urgente de asegurar que todas las voces tengan un lugar en las conversaciones sobre las respuestas a corto y mediano plazo a esta crisis, incluidas las de las mujeres jóvenes, indígenas, afrodescendientes y rurales, para facilitar el surgimiento de una nueva normalidad.

La red de GAGGA tiene la capacidad de apoyar a las comunidades y movimientos locales en tiempos de crisis también, porque nuestras copartes acompañan a y son lideradas por las comunidades con las que trabajan. Por lo tanto, ellas entienden las necesidades de la comunidad y qué soluciones funcionarán en ese contexto, y tienen la flexibilidad de adaptarse si las prioridades cambian en casos como una pandemia global. A través de nuestra red, también nos hemos dado cuenta de que durante este período muchas de las defensoras ambientales están enfrentando mayores riesgos para su seguridad, la de sus familias y comunidades. Ahora más que nunca necesitamos apoyar a las defensoras ambientales. Si no se prioriza la protección de sus derechos humanos, estamos poniendo en riesgo nuestros movimientos y oportunidades para crear cambios positivos en el sistema.

Te invitamos a escuchar las historias de la comunidad GAGGA a través de los siguientes enlaces, que también presentan soluciones concretas y prácticas, así como alternativas para responder a la crisis que desde ahora pueden ayudar a guiarnos hacia un futuro basado en la solidaridad y el bienestar de todas las personas y nuestro planeta.

Aquí hay una breve lista de cómo las organizaciones socias de GAGGA han estado respondiendo al COVID-19:

  • Creando economías alternativas para intercambiar productos, semillas y servicios; comprando colectivamente; apoyando financieramente a quienes lo necesitan a través de sistemas basados ​​en la comunidad.
  • Fortaleciendo y restaurando los sistemas alimentarios con el objetivo de obtener estabilidad ecológica, medicina tradicional, soberanía alimentaria y una dieta saludable para estimular el sistema inmunológico.
  • Combatiendo la falta de información en áreas donde los medios de comunicación no tienen alcance, a través de radios comunitarias, periódicos, redes sociales y carteles.
  • Poniendo en práctica el cuido propio y colectivo, y dándole un nuevo sentido a la palabra “comunidad”.
  • Continuando el trabajo de promoción y otorgando subvenciones a las personas más afectadas por el COVID-19.
  • Manteniéndose en contacto con y monitoreando la situación en las comunidades a pesar del distanciamiento físico y las dificultades a la hora de comunicarse, a menudo a través de nuevas herramientas.
  • Denunciando violaciones y ataques a los derechos humanos que comenten los gobiernos bajo la premisa de cuidar a la población.

Queremos agradecer a todas las organizaciones socias que se han tomado el tiempo para compartir sus realidades, enfoques y visiones con nosotros. En nuestro rol como GAGGA, tenemos como objetivo apoyar y ser parte de las acciones colectivas que surjan de nuestras experiencias al enfrentar esta crisis mientras avanzamos hacia un futuro igual e inclusivo. Como dice nuestra compañera, defensora de los derechos humanos, ambientalista y feminista Betty Vásquez Rivera del Movimiento Ambientalistas Santabarbarense de Honduras:


“Pero también démonos tiempo para la lectura, para escuchar música, para arreglar nuestro jardín. Para cambiar semillas con las vecinas. Hagamos ejercicios que no nos desconecten con la vida, con el sentir, con el vivir. Que no nos desconecten de la necesidad y la urgencia de que lo comunitario es fundamental, que lo organizativo es fundamental. Tomémonos ese tiempo para soñar aun en tiempos de crisis. Para construir esperanza aun en tiempos de escasez. Para construir alegría y amor aun en tiempos que nos están diciendo que viene el “fin del mundo”… ¡Y juntémonos! No dejemos que nos desmovilicen y que nos dejen marcadas sobre nuestros cuerpos y nuestra vida un pesimismo. Al contrario: levantémonos con alegría. Pongámosle arte, y música a nuestro quehacer diario solidario y fraterno. Porque aún en tiempos de crisis hay sueños y esperanzas.”


 

Carla, Danielle y Zohra

Las directoras ejecutivas del Fondo Centroamericano de Mujeres (FCAM), Both ENDS y Mama Cash (Miembros de la alianza GAGGA)

Puedes escuchar a nuestras organizaciones socias y aliadas en toda la red GAGGA en estos podcasts e historias de audio individuales (subtítulos y transcripción en español disponibles):

Puedes leer algunas de las declaraciones de las copartes y aliadas de la red GAGGA acá:

Para ver recursos sobre cuidado y activismo en tiempos de distanciamiento físico, haz clic aquí.


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